jueves, 25 de octubre de 2012

Historia de Orgarth: Capítulo 7

Él era Pralux, el actual líder de esa escuadra de Guerreros de hierro, la número 4. Había conseguido el liderato de la escuadra después de que el anterior líder, Kirus, fuese despedazado por una bestia tiránida en la fallida campaña de Tokar III y de matar a dos guerreros de hierro como él en combate singular.

Por sus venas corría la sangre de los hijos de Olympia y Pralux siempre estuvo muy orgulloso de ello, pero ahora su sangre se veía derramada por los agujeros de su armadura MK-IV. Él y su escuadra estaban parapetados detrás de los restos de un muro de la nave alienígena que habían hecho saltar mediante granadas perforantes, aunque cuatro de los miembros de la escuadra ya estaban muertos debido al intenso fuego al que estaban sometidos.

Agachado como podía, de vez en cuando asomaba su guantelete derecho empuñando su pistola bolter y disparaba en dirección a sus enemigos. Ni siquiera con su servoarmadura podía exponerse durante mucho tiempo a aquel bombardeo incesante de cuchillas cortantes sin que pagara un alto precio por ello. Cambió mentalmente la frecuencia de emisión a nivel de escuadra y habló por el comunicador:
  • Escuchad, preparad las granadas! Nos superan en fuego así que no queda otra que salir de la cobertura y cargar contra ellos. - bramó por el comunicador. Inmediatamente, uno de los miembros aún vivo de su escuadra emitió una queja.
  • ¿Pretendes matarnos Pralux? Lo que dices es un suicidio. - se quejó Symbar. - No hay manera de que lleguemos vivos hasta donde están posicionados esa escoria xenos.
Pralux sabía que lo que decía Symbar era totalmente cierto, pero sabía que debía empujar a sus hombres a realizar el asalto con él si quería tener alguna posibilidad de llegar vivo y descuartizar a esos sucios Eldar.
  • Como tu veas, pero lord Orgarth está de camino. Si nos ve arrinconados por un puñado de basura xenos, no sólo los matará a ellos, también nos matará a nosotros por nuestra ineptitud. Prefiero una muerte a manos de los xenos que a manos de lord Orgarth o lord Zyndor. - dijo Pralux esperando “motivar” así a su escuadra.
Tras un momento de meditación, aún bajo el intenso bombardeo de disparos, todos los miembros de la escuadra asintieron mostrando que estaban de acuerdo con el plan. Sacaron sus granadas y sincronizadamente, las programaron para estallar a los tres segundos y las lanzaron todas a la vez.

En el momento que hubo las explosiones, toda la escuadra salió en trombo a por sus enemigos Eldar empuñando sus armas y disparando mientras avanzaban a toda prisa. Los Eldar se habían puesto a cubierto con la explosión pero bastó dos segundos para que respondiesen a la carga con nuevas salvas de cuchillas.

Un miembro de la escuadra enemiga alzó una fina espada de energía y apuntó a los marines del caos. La reacción fue inmediata. Parecía que el número de disparos que realizaba la escuadra enemiga se había doblado en un momento, inundando el espacio que había entre los Guerreros de hierro y ellos con un mar de discos afilados.

La carga en ningún momento perdió el ímpetu y Pralux avanzaba cubierto detrás de Symbar disparando su pistola bolter mientras avanzaba, pero cuando casi llegaban a su destino, Symbar cayó muerto con gran parte del casco destrozado y convertido en una masa sanguinolenta. Pralux no pudo evitar sonreír dentro de su casco y lanzó un grito:
  • ¡Hierro dentro!
  • ¡Hierro fuera! - respondieron dos de los miembros de la escuadra.
Saltó el parapeto hecho de trozos de muro, similar al que habían dejado atrás, en el que estaban posicionados los guerreros eldar con trajes azules. Inmediatamente el primer enemigo con el que se topó fue el guerrero con una fina espada de energía y ambos chocaron y se enzarzaron en un combate individual mientras ambas escuadras iniciaban un intenso combate cuerpo a cuerpo.

El guerrero eldar fue el más rápido y atacó primero. Intentó una puñalada dirigida a la boca del estómago primario de Pralux pero este la desvió con un barrido de su espada de energía, entonces el guerrero eldar usó la rodela que tenía fijada en el otro brazo y le soltó un fuerte golpe a Pralux en la cabeza, pero Pralux ni se inmutó de semejante golpe. Esto provocó que por un momento el guerrero se quedase perplejo y abriera un poco de más su guardia y Pralux lo aprovecho para apuntar con su pistola bolter al pecho de su rival.

Quería disparar y dejar un enorme agujero en el pecho de su rival, pero para cuando su dedo índice empezaba a apretar el gatillo de su arma, el guerrero eldar se metió en su guardia y de un golpe con el mango de su espada , desvió el cañón del arma que abrió fuego e hizo un agujero en un muro cercano. Para el Guerrero de hierro, este rival era mucho más ágil a lo que estaba acostumbrado. Tanto tiempo matando a los humanos seguidores del dios cadaver lo habían vuelto confiado. Dio un fuerte puntapie a su rival y dio con la pierna derecha de este, partiéndose como una ramita seca. Esto hizo que el guerrero eldar quedase momentáneamente paralizado por el punzante dolor y Pralux aprovechó para partir a su rival en dos con un golpe de su espada, trazando una línea recta entre el hombro izquierdo hasta la pelvis de su rival.

No emitió ni un solo grito, ni siquiera un gruñido. Simplemente el guerrero eldar cayó partido en dos trozos a los pies de Pralux y soltó su fina espada de energía que aún chasqueaba energía. Pralux levantó su espada y emitió un bramido de victoria. Luego miró como estaba yendo el combate y se dio cuenta que era el único que aún quedaba vivo de su escuadra. Tres guerreros eldar se le tiraron encima aunque estaban bastante debilitados por el combate con los otros miembros de la escuadra número 4.

En un resquicio de su mente, Pralux pensó en retirarse, pero sentía tanta adrenalina en su cuerpo después del fantástico combate que había tenido con el guerrero eldar muerto que sin pensarlo, se tiró a por los otros miembros de la escuadra enemiga, aunque estos no fueron rivales para él. En menos de tres minutos desde que había habido el choque de armas, el combate había finalizado.

Pralux se encontraba en mitad de la pila de cadaveres destrozados. Las heridas que había sufrido antes del asalto se habían coagulado ya y las otras producidas durante el combate se estaban cerrando en estos momentos. Estaba cansado, pero sabía que tenía que mobilizarse.

Unos pasos apresurados y pesados sonaban a lo lejos. Pralux no se lo pensó y tomó posición detrás del parapeto usado previamente por los Eldar, a la espera de atacar a su rival cuando estuviera cerca, pero cuando sentía que su nuevo rival iba a ser visible, se dio cuenta que era el cuerpo de su señor Orgarth.

Orgarth corría todo lo rápido que le permitía su cuerpo metálico. Cuando sus sensores detectaron que había uno de sus siervos saliendo de detrás de un parapeto, aminoró la marcha hasta detenerse. Luego preguntó:
  • Eres un miembro de la escuadra 4. - dijo más como una afirmación que como una pregunta.
  • Así es lord Orgarth, soy Pralux, el único superviviente de la escuadra 4. - contestó con una reverencia.
Orgarth detectó con sus sensores el gran número de heridas sufridas por Pralux y su escuadra. Lo habían dado todo con tal de destruir a sus enemigos.
  • No esperaba menos de ti y los tuyos. - dijo con un atisbo de orgullo. - Sígueme, hemos de llegar al puente de mando de esta nave.
Orgarth se puso en posición y empezó a avanzar lentamente, aumentando el paso a cada segundo que pasaba. Mientras, Pralux buscó en los cuerpos de sus antiguos compañeros ya muertos algo de equipo, un par de granadas de fragmentación, otro par de granadas perforantes y un bolter al que cambió el cargador y amartilló. Ancló el bolter cargado a su pierna derecha, junto con un par de cargadores adicionales para su bolter y también cambió el cargador ya vacío de su pistola bolter. Era el último que le quedaba.
  • Preparado, lord Orgarth. - dijo por el comunicador lanzándose a la carrera para alcanzar a su señor.

1 comentario:

  1. el Pralux els te ben posats xd
    ademes cada vegada que llegeixo tiranidos relacionat amb tokar lo que arribo a disfrutar

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